
La libertad de elección y lo variable del destino es la base de God of War: El juego de cartas. Las épicas batallas son su base, pero su diseño hace especial hincapié en la capacidad de elegir multitud de posibilidades para afrontar cada reto. Hoy te explicamos someramente no cómo jugar, si no como sus distintas mecánicas hacen que cada partida sea diferente y que puedas explorar mil y un destinos distintos.
La primera mecánica entra en juego antes incluso de comenzar la partida, puesto que deberemos escoger qué personaje querremos llevar. Podremos elegir entre Kratos, Atreus, Freya, Sindri y algún otro, todos extraídos del videojuego God of War. Lógicamente cada personaje es único: disponen de diferentes habilidades y de un mazo inicial personalizado. Conocer las mejores estrategias para cada personaje tomará un tiempo: la toma de decisiones que afecta a los miles de futuros posibles comienza aquí.

Después es el momento de comenzar a crear el la aventura, y el despliegue de cartas es también una parte importante para el juego, uno en el que el destino se puede mostrar caprichoso: se deben robar las primeras tres Misiones y tres cartas de jefe final, asignando una a cada carta de misión. Aquí hay que comenzar a tomar esas decisiones que forman parte del juego: habrá que escoger que ruta tomar, que misiones se cumplen y cuales no: y aquellas que se dejen de lado, tendrán un efecto negativo en los jugadores.
Una vez se decide qué misión se atacará, es el momento de coger el Mazo de Escena y crear el Mosaico, el despliegue de enemigos o situaciones que deberán de superar. Las cartas tienen dos lados, uno normal y el otro dañado, volteándolas al provocarlas el suficiente daño. Cada Misión tiene unas condiciones de victoria que tendrán que cumplir, y que provocarán, de nuevo, la toma de decisiones para conseguirlo.

La colocación en el Mosaico es importante en God of War: El juego de cartas. Los jugadores solo pueden atacar a las cartas que tengan delante, y solo un jugador puede ocupar el puesto de vanguardia, para hacer ataques cuerpo a cuerpo. El resto solo podrán usar ataques a distancia. Lógicamente, solo este primer participante puede recibir daño cuerpo a cuerpo. El organizar bien las filas de los héroes para optimizar sus poderes y proteger a personajes quizá algo más débiles es parte integral de cada partida.
Durante el combate, todas las acciones que se han realizado durante el juego toman sentido. Los jugadores usarán las cartas de su mazo para determinar sus ataques. El monstruo defenderá usando su Dado de defensa y, si sobrevive, atacará usando las Cartas de Activación de Monstruos. El proceso se repetirá una vez por héroe, eligiendo qué cartas utilizar y cuales reservar, qué enemigo atacar y desde qué posición, y si atacar individualmente o concentrar sus ataques en un único enemigo.

Por último, hay otra mecánica especial que forma parte del juego: la de construcción de mazo: los jugadores tendrán acceso a un Mazo de Mejoras, cuyas cartas se añadirán a sus Mazos de Héroes. Cada turno se despliegan de nuevas cartas que podrá conseguir, atención, un único jugador: todos los participantes tendrán que ponerse de acuerdo en cuál es la carta más útil y quién se la lleva.
Diferentes mecánicas trabajando para lugar un único objetivo. Por supuesto, hay muchas más pequeñas reglas y peculiaridades en su desarrollo, pero hemos dejado claro sus bases: múltiples posibilidades, libertad de elección y cooperación. God of War: El juego de cartas te da la posibilidad de que elija entre mil posibles destinos. ¿Podréis descifrar cuál es el más idóneo para evitar el Ragnarok?